Fuegos Artificiales
Por la noche podemos descubrir una amplia variedad de fuentes de luz que podemos convertir en temas fotográficos, uno de los más vistosos, por lo ocasional y por su colorido, son los fuegos artificiales.
Para realizar fotografías de fuegos artificiales es necesario cumplir una serie de requisitos, con ellos podremos conseguir bellas y caprichosas estampas de luz y colorido, realizando desde una corta exposición con una palmera de fuego, un plano más cercano con una explosión concreta, o una composición de varias palmeras en la misma exposición, para ello debemos conocer tanto los materiales como el procedimiento.
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El cielo por lienzo
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Escenario completo
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Que Necesitamos
♦ Un trípode. La estabilidad es necesaria para la correcta exposición de tiempos prolongados.
♦ Un Disparador Remoto. La cámara solo nos dejará realizar exposiciones largas, a intervalos establecidos, de esta manera podremos cortar el disparo cuando queramos. Con él no tendremos que sujetar el botón de la cámara mientras tenemos el obturador abierto, así de evitar el riesgo de movimientos de cámara mientras tenemos presionado el botón.
♦ Una Black Card (una Cartulina Negra, ¡vamos!, para los que se han vuelto muy Snob y gusta hacer uso a menudo de anglicismos) con ella podremos hacer pausas para controlar y elegir la cantidad de efectos de artificio para una composición con múltiples artificios. Una buena opción es hacerte una pequeña paleta, a modo de Pai-pái, con cartón pluma negro, o similar, ya que el cartón pluma tiene la rigidez adecuada para nuestro cometido.
♦ Baterías bien cargadas. La duración de los fuegos artificiales ronda los 15 ó 20 minutos y los tiempos de exposición no son excesivamente largos, dependiendo de la composición puedes utilizar entre 2 y 20 segundos, pero no está de más que compruebes la carga y que si eres de los que todavía tienes la batería que te vino cuando compraste la cámara, ya puedes ir pensando en comprarte alguna otra, que en internet las encuentras muy baratas.
♦ Un Objetivo acorde a la distancia de los fuegos, esta es una decisión bastante personal, aunque depende mucho de la ubicación de los mismos, si por obligación tienes que estar cerca para poder fotografiarlos, tendrás te obligará a usar un gran angular, si por el contrario es en un lugar abierto muy extenso y te da la posibilidad de alejarte, puedes hacerlo si te gusta más el encuadre con las luces de la ciudad.
Preparados, Listos, Ya….
Es esencial enterarse con antelación, la ubicación concreta y la hora del evento pirotécnico para estar preparado, de esta manera te da tiempo a saber la dirección del viento (aspecto importantísimo) para buscar una ubicación a favor del viento, es decir, que el viento sople hacia la dirección que vemos los fuegos, que nos dé en la espalda, no en la cara, la razón es bien sencilla, si nos ponemos en contra del viento el humo de los estallidos vendrá en nuestra dirección y creará una cortina de humo entre la cámara y los fuegos, tapando parte de los trazos luminosos.
Cuando tengamos la ubicación, buscamos el encuadre que nos parezca y preparamos la cámara en el trípode y con el disparador remoto, solo nos falta saber cuáles son los parámetros más idóneos para nuestras fotos.
Obturador y Sensibilidad
La sensibilidad, dado que es de noche y lo único que vamos a captar son trazas de luces de los fuegos y posiblemente iluminación de la ciudad. Utilizaremos un 100 ISO, ya que no necesitamos información en las zonas oscuras, es más, deseamos que se queden negro absoluto.
El Diafragma lo utilizaremos en la medida que queramos las fotografías con trazas de luz más gruesas o más finas. Con el diafragma abierto (f:2.8, f:3.5 f:4) conseguiremos líneas de luz más gruesas, con diafragmas más cerrados (f:8, f:11 f:16) las líneas de las luces serán más delgadas y estilizadas. Para mí, la abertura que prefiero y más he usado para el dibujo de las líneas es f:8, pero puedes hacer pruebas con varias aberturas de diafragma para comparar resultados.
Los tiempos de exposición depende del resultado que busques en las composiciones de una o varias juegos de luz generados por los estallidos, cuando realizas una exposición más larga, con varias palmeras en la misma exposición, cierra el diafragma para que las trazas sean más finas y tengan cada una la trayectoria bien delimitada.
Utiliza el cielo como un lienzo y los fuegos los pinceles, para ello puedes mantener el obturador abierto y controlar los distintos estallidos con la Cartulina para ir tapando el objetivo cuando veas que se solapan demasiados estallidos en el mismo sitio, incluso si has preparado bien el trípode, puedes girarlo mientras tienes el objetivo tapado, para buscar composiciones mágicas.
Y Recuerda que es importante saber que el instante previo a las trazas de color hay un estallido muy potente, el estallido te quemará esa zona de la imagen, quedando en blanco total, por lo que, si solo quieres juegos de líneas de luces de color, deberás disparar tu cámara justo después del estallido y controlar que no se te meta otro en escena mientras terminan de caer las partículas de pólvora inflamadas dándote la trayectoria de luz y color.
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Aquí puedes ver un ejemplo de como el estallido de las diferentes palmeras de fuego ha dado como resultado el centro de expansión quemado, quedando totalmente blanco, en esta imagen ha quedado algo contenido, pero si captas muchos estallidos en varios lugares puedes quemar gran parte de las trazas de fuego, que es lo más importante
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